miércoles, 16 de junio de 2010

¿POR QUÉ Y CÓMO CRECEN LOS PAÍSES?

Capítulo III

¿POR QUÉ Y CÓMO CRECEN LOS PAÍSES?


Se calcula que en 1820 un ciudadano japonés tenía un ingreso per cápita de 670 dólares, mientras que un habitante de México tenía un ingreso promedio de 760 dólares expresados en dólares del 2002. Esto quiere decir que el japonés sentiría que su ingreso era menor al mexicano. 

El ejemplo anterior trasladado a la actualidad nos podría marcar el mismo efecto de lo que sentiría un francés con respecto de un canadiense, un paraguayo de un peruano, un brasileño de un uruguayo o el mismo japonés respecto de un ciudadano suizo

Al inicio de este siglo, el ingreso promedio de un mexicano es de casi nueve veces el de 1820. Sin embargo, el ingreso promedio en Japón es de 30 veces el observado en 1820. Por lo tanto ahora un mexicano promedio recibe un ingreso que apenas representa la tercera parte de su correspondiente nipón.

El habitante latinoamericano en promedio tiene hoy un ingreso cercano a los 3.300 dólares anuales (cinco veces mayor al de 1900). En tanto el ingreso de un estadounidense promedio es 36.200 dólares.


¿Cuáles son las causas de tal diferencia? ¿Por qué un país crece más que otro? ¿Qué debe hacer un país para crecer más?

La solución a estas preguntas seria el aumento sostenido del producto de un país o una región que se mide mediante el incremento del PIB real en un periodo de varios años o décadas.

PIB PER-CÁPITA: Valor total de la producción corriente de bienes y servicios finales dentro del territorio nacional durante un cierto período de tiempo, dividido por el valor de la población total. El producto per cápita es un promedio alrededor del cual pueden encontrarse más o menos dispersos los ingresos de los habitantes. Además, es una medida de actividad económica que se eleva si el PIB crece más rápidamente que la población total.


Las tasas de crecimiento difieren sustancialmente de una economía a otra. Diferencias aparentemente leves en las tasas de crecimiento anual llegan a tener un fuerte impacto en el nivel del ingreso per cápita en un periodo largo.

Primero se analizarán con detalle las distintas etapas de desarrollo de una economía, señalando además los dramáticos cambios que experimenta un país cuando transita por la senda del crecimiento.

Se destacarán los cambios que experimenta una economía durante varias décadas (largo plazo). Por lo tanto no se consideran las constantes fluctuaciones que se observan en los países, conocidas como ciclos económicos.

SURGE EL CRECIMIENTO ECONOMICO MODERNO.


En la medida que una economía entra en la fase de crecimiento moderno manifiesta importantes cambios en su estructura económica y como resultado surgen varios patrones comunes a los distintos países o las diferentes regiones que inician ese proceso cuyas características son las siguientes:

• En las economías en crecimiento el tamaño relativo del sector agrícola en términos económicos tiende a reducirse.


• En las primeras etapas del crecimiento acelerado el sector industrial aumenta rápidamente luego alcanza un punto máximo y después su participación en la economía tiende a disminuir. El sector servicios a la vez se incrementa en forma constante y aumenta su participación en la economía a medida que la industria y la agricultura reducen la suya.


• Otro patrón del desarrollo es la urbanización definida como la concentración de la población en asentamientos relativamente grandes y densos.


• Otra característica del crecimiento económico es un aumento de la división del trabajo y de la especialización. Esto es consecuencia de la capacidad, cada vez mayor de los individuos para especializarse en un abanico relativamente estrecho de actividades económicas con lo cual se obtienen destrezas especificas.


• El avance tecnológico que se traduce tanto en la creación de nuevos productos como en la habilidad para elaborarlos a menor costo, es uno de los más importantes impulsores del crecimiento económico.



LAS FUENTES DEL CRECIMIENTO.

Se considera que el crecimiento del producto se relación con el grado de innovación tecnológica y con el crecimiento del capital y del trabajo en la economía, estos últimos ponderados por su participación en la producción.


Las participaciones del trabajo y el capital se miden como parte de las cuentas nacionales. En la mayoría de los países latinoamericanos, la participación del ingreso laboral en el PIB total es baja en comparación con lo que ocurre en los países desarrollados, porque el trabajo es relativamente abundante y los salarios son bajos, así como porque el autoempleo y la pequeña empresa hacen que lo imputado a salarios se confunda con las utilidades obtenidas por actividades propias.

Por otro lado un estudio de las fuentes de crecimiento económico en los siete países más grandes de América latina desde la década de 1940 concluyó que la acumulación de capital explicaría una fracción mucho mayor del crecimiento del PIB per cápita que el progreso técnico.

Estudios recientes sobre crecimiento económico sugieren que el capital, incluyendo el humano, puede tener un papel más importante del que se supone. La noción básica de los nuevos estudios es que la inversión en capital, ya sea en máquinas o en personas, mejora no solo la capacidad productiva de la empresa o del trabajador que invierte sino también la capacidad productiva de otras empresas y de otros trabajadores relacionados.

LOS FACTORES DETRÁS DEL CRECIMIENTO ECONOMICO
• Las políticas económicas son fundamentales para el crecimiento. Si se mantienen los mercados abiertos, tanto para el comercio nacional como el internacional, más exitosa será la economía del país

• Las instituciones políticas y económicas. Los países cuyos gobiernos se rigen por una constitución escrita y en donde un sistema judicial independiente hace cumplir los contratos de manera justa y dentro de la ley tienden a mostrar mejores indicadores que aquellos donde el gobierno está al margen de la ley o es corrupto.

• Las características estructurales también inciden en el crecimiento. En este caso la geografía afecta los costos inherentes al comercio, la productividad de la fuerza laboral y las utilidades por concepto de agricultura, entre otros factores.

Fuente: Macroeconomía en la práctica
Felipe Larraín B.
Pearson Educación

lunes, 14 de junio de 2010

LA PRODUCCION Y EL EMPLEO

Función de producción: es el nivel de producción que una empresa obtiene con niveles dados de capital, trabajo y tecnología disponibles. El capital de la empresa se forma con la planta, los equipos y la cantidad de bienes primarios semiprocesados y terminados que esta posee. El trabajo se relaciona con el número total de empleados y el número de horas que trabaja. La tecnología es la forma en la que se combinan capital y trabajo en la producción

La función de producción tiene 2 características importantes:

• Aumentar los insumos, aumenta la producción.

• La productividad marginal del trabajo mide el aumento de la producción

Productividad Marginal se refiere al incremento de producción que puede lograrse mediante adiciones en una unidad de alguno de los factores productivos:

• Capital

• Trabajo

• Tecnología




Un análisis similar puede hacerse con referencia a la productividad marginal de los otros factores.

En tal sentido, la productividad marginal del trabajo mide el aumento de la producción resultante de incrementar el trabajo en una unidad, un monto que casi siempre es positivo. Segundo, la productividad marginal de cada factor disminuye cuando se utiliza mayor cantidad del mismo y se mantiene fija la de los demás factores.

La productividad marginal del trabajo se calcula mediante la siguiente expresión:



PMgL = Variación de Q / Variación de L



L=Trabajo

Q= Cantidad producida

Un análisis similar puede hacerse con referencia a la productividad marginal de los otros factores.

De esta forma podemos pensar diferentes ejemplos de funciones de producción. Supongamos un agricultor que se dedica al cultivo del trigo. Este empresario utilizará la tierra de que dispone, las semillas, trabajo, maquinarias fertilizantes, tecnología de riego, etc. La función de producción le indicará a nuestro agricultor cuáles son los niveles de producción, cantidad de trigo, que alcanzará mediante la combinación de todos los factores de la producción que tiene a su disponibilidad en ese momento. Esto último es importante, la dimensión temporal. Con esto queremos decir que la función de producción hace referencia a un momento del tiempo en que la tecnología está dada, si ocurre una innovación o retroceso tecnológico, es decir, si ocurre un cambio en la tecnología, la función de producción cambiará.

LA OFERTA DE TRABAJO Y EL EQUILIBIO DEL MERCADO LABORAL



Para entender este principio se debe definir la cantidad de trabajo que las familias están dispuestas a ofrecer a las empresas.

Se inicia con una decisión simple de oferta de trabajo, donde una persona debe elegir entre ofrecer trabajo o disfrutar del ocio.

Se entiende por ocio las actividades recreativas y descanso. Las familias deciden como dividir el tiempo entre trabajo y ocio.

La decisión de la oferta de trabajo va en función del salario en el mercado ya que una persona destinara parte de su tiempo a trabajar para obtener ingresos y otra parte a descansar es decir la oferta de trabajo depende de la cantidad ofrecida en salario real.

Se determina la demanda por trabajo y la oferta de trabajo. Corresponde a dar un paso importante. Combinar ambos elementos y determinar el equilibirio del mercado del trabajo.




LA TASA DE DESEMPLEO Y SUS BEMOLES



No toda la población de un país constituye su fuerza de trabajo, ya que no todos están en capacidad de trabajar o no todos desean laborar. Entonces es necesario dividir la población total de un país (o región) en dos grupos:

• La población en edad para trabajar

• La población que no tiene edad para trabajar ya que es demasiado joven para laborar

Sin embargo, no todos los miembros de la población en edad para trabajar desean trabajar. Algunas personas deciden dedicarse a su hogar, a estudiar u otras actividades. Estas personas pueden tener edad para trabajar pero no desean hacerlo, así que tampoco forman parte de la fuerza de trabajo o población activa. Tampoco se incluyen en la fuerza de trabajo a aquellas personas que por algún tipo de enfermedad u otro tipo de impedimento no pueden trabajar. Puede decirse entonces que la población en edad para trabajar puede ser separada en dos grandes grupos:

• La población económicamente activa

• La población no activa

Es importante destacar que para ser un miembro de la población activa o fuerza de trabajo es necesario cumplir dos requisitos, que son tener edad para trabajar y desear trabajar. El siguiente esquema resume lo dicho anteriormente:



Existen diversas razones por las que algunas personas pueden ingresar a la población activa o salir de ella. Así cada año personas jóvenes deciden incorporarse a la fuerza de trabajo al concluir sus estudios de secundaria o sus estudios universitarios o bien algunos otros deciden reincorporarse a la fuerza laboral. También otros salen porque se jubilan, otros se desaniman al haber estado mucho tiempo laborando. Los datos de la fuerza de trabajo de un país generalmente se amplían un poco más, pues todos estos datos son muy importantes, ya que se asocian con la estructura de la población, de la producción y de otras características del país. Por ejemplo:

• Por zona, urbana o rural. Así, en algunos países la mayor parte de la población es urbana, tal como en Bélgica, donde el 97.3% de la población es urbana en 1999, pero no ocurre del mismo en Burundi o en Bhutan, donde en ese mismo año, poco menos del 7% de la población era urbana. Eso se verá reflejado en la estructura de su fuerza de trabajo.

• Por sexo, hombres o mujeres. Durante las últimas décadas las mujeres se han incorporado cada vez más a la fuerza de trabajo, y esto es considerado un indicador positivo, en el sentido de que señala que la sociedad ofrece igualdad de oportunidades tanto a hombres como a mujeres. En la mayor parte de los países, las mujeres se emplean más en actividades de servicios y menos en las actividades agrícolas o industriales. Por ejemplo, en México, en el periodo 1994-1997, el 13% de las mujeres mexicanas se emplearon en la agricultura, el 19% en la industria y el 68% en servicios. Para los hombres, las tasas fueron 30%, 24% y 46%, respectivamente.

• Por edades. La población de algunos países es más joven que la de otros. Por ejemplo, en España, Noruega o Canadá la población de 15 años o menos no supera el 15% de la población total y la población mayor de 65 años excede el 12%. Pero en países como Paraguay, Arabia Saudita o Guatemala, la población de 15 años o menos supera el 40% y la población de 65 años o más no excede el 4% de la población total (1999). Esto tenderá a reflejarse en la estructura de la población económicamente activa, pues donde la población es más joven tenderá a haber más gente joven buscando trabajo, y esto es importante, ya que por lo general es más difícil encontrar trabajo cuando se es más joven.

• Por rama de actividad económica (agricultura, industrias o servicios), lo cual se asocia con la estructura de la producción del país. En Canadá sólo el 4% de su fuerza de trabajo se emplea en la agricultura, el 25% en industria y el 71% en servicios, pero en México el 22% labora en la agricultura, el 27% en industria y el 51% en servicios (2002).

• Por sector institucional (sector privado o sector público). En algunos países el sector público tiene una muy alta participación en la actividad económica, y esto lo constituye en una fuente importante de empleo. En Costa Rica en el 2003 el 13% de la fuerza de trabajo laboraba en el sector público, pero en 1990 esa cifra era del 16.6%.

• Por regiones (provincias, estados, etc.). Normalmente no interesa conocer la situación de la fuerza de trabajo del país como un todo, sino que también interesan sus "partes", sean estas regiones, provincias, estados, municipios, etc. Es común que en algunos lugares del país los problemas de empleo sean mayores que en otros.

La fuerza de trabajo se puede dividir en individuos ocupados y desocupados. Aunque existen diversas metodologías para determinar quién está ocupado y quién no, generalmente se dice que los ocupados son aquellas personas que trabajaron por lo menos una hora en una cierta semana de referencia (cuando se hace el estudio o encuesta para medir el desempleo) o que, aunque no hubieran trabajado tenían un empleo del cual estuvieron ausentes por razones circunstanciales como enfermedades, vacaciones, etc.

Así, los desocupados son todas aquellas personas dentro de la fuerza de trabajo que estaban sin trabajo y que están disponibles para trabajar de inmediato y que no han encontrado trabajo (para esto deben haber tomado medidas concretas durante las últimas cinco semanas para buscar un empleo asalariado o un empleo independiente).

A veces este grupo de desocupados se subdividide en dos grupos:

• La población cesante (ha perdido su empleo, lo cual implica que poseen experiencia laboral)

• La población que busca trabajo por primera vez (no poseen ninguna experiencia laboral) Cuando las economías están en una recesión, las tasas de desempleo tienden a elevarse. Esto por cuanto se reduce el ingreso, y por tanto la demanda, de modo que las empresas producen y venden menos, y a su vez contratan menos personal. Pero cuando la economía se encuentra en una fase expansiva, las tasas de desempleo disminuyen.

Generalmente cuando la tasa de desempleo aumenta, disminuye la tasa de participación de la fuerza de trabajo y la tasa de ocupación. La gráfica muestra estas relaciones.



Dentro de la fuerza de trabajo también se puede mencionar el subempleo, el cual se presenta cuando la situación de empleo de una persona es inadecuada con respecto a determinadas normas, como lo es la insuficiencia del volumen del empleo (subempleo visible) o los bajos niveles de ingreso (subempleo invisible). Con el objeto de cuantificar este problema se calcula la tasa de subempleo visible e invisible.

El subempleo visible se refiere a las personas ocupadas que trabajan habitualmente menos de una jornada completa en su ocupación principal (regularmente menos de un total de 47 horas por semana, pero esto varía según el país, la ocupación, etc.) o en su ocupación secundaria, y que además desean trabajar más horas por semana de las que trabajan actualmente y están disponibles para hacerlo, pero no lo hacen porque no consiguen más trabajo asalariado o más trabajo independiente.

Fuentes: Macroeconomía en la practica, Pearson Editorial, zonaeconomica.com, auladeeconomia.com, ecolink.com.